Blanquita.
Blanquita
llegó junto a un hermanito, ella totalmente blanca, el totalmente negro.
Enseguida que los vi pensé que eran gatos nacidos en una casa y que habían sido
abandonados. Estaban muy pegaditos uno a la otra, o al revés. Miraban todo
alrededor con los ojos muy abiertos, como curiosos y sorprendidos a la vez pero
no temían el contacto con las personas. Aparecieron un día los dos juntos en
los alrededores y llegaron hasta (azar o suerte o alguien que los llevó hasta
allí? No sé) la casa de unos vecinos que
comenzaron a alimentarles y les dejaron estar en su patio. La niña de la casa
les nombró como Estrellita a la blanca y Manolo al negrito. Ella más tranquila
pero menos amistosa, él algo más inquieto pero también más cariñoso. Pasaba
casi a diario por allí y les veía jugar juntos y a veces les dejaba al pasar alguna
cosita de comer aunque allí, justo es decirlo, no se les acariciaba mucho
talvez, pero el alimento nunca les faltó. No era la situación ideal pero en
medio de todo lo que pudo ser eran un par de gaticos afortunados. Sin embargo
yo pensaba en cuando llegaran las lluvias y el frío.
El
tiempo fue pasando y un ..mal día, Manolo desapareció, no le hallamos mas ni
supimos que pasó con él. Estrellita quedó sola. Y ya desde antes, desde que
llegaron mas chicos la señora de la casa me preguntaba si me los quería quedar,
así que una vez mas y conociendo la debilidad de mi amiga Y. por las gatas
blancas, le insistí nuevamente para que
adoptara a Estrellita. Tanto jorobé que acabó aceptándola. Esto fue como por
Noviembre del año pasado y en Enero de este la llevamos a esterilizar.
Blanquita que es su nombre hoy, ya tiene un nuevo hogar donde no solo la
alimentan sino que también le hacen cariños a las dos manos. Y ya puede llover
o hacer frío que ya ella tiene un lugar calentico y seco para resguardarse.
Simba
El
diablillo. Mi fogoncito. A este negrito lo trajo a mi casa I. que se lo encontró en la calle, solito, todo sucio y hambriento Tendría unos 15 días talvez y me pidió que le
sacara adelante. Esto fue como por
septiembre pasado y con la propia ayuda de I. se ha mantenido hasta hoy compartiendo
la casa con mis tres peludos.Que conste que los bufidos están a la orden del día pero vamos pasando.
Es muy
activo y no sé si es que a pesar de los cachorros que han pasado por mis manos,
nunca me percaté de si esto es una característica de cuando son mas pequeños o es una muy de Simba pero tiene una
temperatura este bichito que no tiene nada que ver con mis otros gatos, siempre
está muy calentico, más que los otros que son ya adultos.
Está
para adopción pero a sus casi 6 meses ya, siendo un gato negro “sato” y sin ser uno de esos gatines “wallpapers de Windows” como les
digo yo, que te enamoran y enganchan a
la primera vista, aun no encontré un hogar para él.
Es
hermoso mi Simba, mi rey pantera en miniatura y cuando está soñoliento, solo
cuando está soñoliento es el minino más dulce que puedas hallar.
Fue
castrado e mismo día que llevamos a Blanquita y se recuperó muy rápido de ello.
Esta
preciso mi Simba, mi fogoncito (por aquello del calorcito que da)
Silvestre.
Esta cosita
bonita nació en la calle, en una colonia que alimenta una señora cerca de la
casa de Y. Pero nació con los peores defectos que puede tener un animalito con
la mala suerte de estar en la calle: ser amoroso y manso como el que más.
Cuando
los demás gatos con que convivía se escondían o buscaban un sitio resguardado
para dormir durante el día, el se quedaba en el centro del jardín, dejaba que
todo el que quisiera se le acercara y le alzara o le hiciera un cariño. Fue
verlo y enamorarme de él y comenzar a pensar en hallar a alguien que quisiera
adoptarlo pero tan solo dos días después de haberle tenido cargado y sentirle
ronronear supe que había sido agredido por un perro y que estaba mal. Cuando lo vi me díó una lastima tremenda, tan
pequeñito y tan lastimado ya. Por suerte
con un par de visitas al veterinario logramos sacarlo adelante y hoy vive con una
compañera de trabajo de Y. que está encantada con él.
Alguna
secuela le ha quedado de los colmillazos que recibió en su cabecita y cuello. A
veces cuando abre mucho la boca para
maullar o bostezar, el gesto se le tuerce un poco. Talvez algun nervio lastimado, no sé. Igual su dueña no lo
cambia por ningún otro por lo que Silvestrico es un gatico muy afortunado, no solo sobrevivió a la muerte sino que salió tambien de la calle.
No es
cierto que es precioso?