…porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla…

martes, 25 de agosto de 2015

Una buena.



Todas las historias no deberían ser tristes. Todas no lo son aunque las tristezas quizás sean mas. Algunas tienen final feliz, como los cuentos.
Vean esta cosita minúscula y preciosa.
 
Su nombre es Poppy y fue parte de una camada de 3 que el pasado 6 de Abril apareció frente al edificio dónde vivo. Unos 10 días de nacido cuando les hallé. Dos hembras y un machito.
Entre mi marido, una compañera de trabajo y yo, nos propusimos sacarlos adelante. Era la primera vez de todos con unos bichos tan pequeños pero lo intentaríamos al menos. Y también tuvimos la ayuda de I. que nos hizo llegar, casi express, leche para cachorros. Y fueron saliendo adelante y creciendo y echando unos dientes que metían unas mordidas…
Pero Poppy , una de las hembritas y la más pequeña de la camada tenía una piernita bien lastimada cuando la hallé. Un pisotón al parecer y su patica trasera izquierda estaba hecha trizas, fractura  y expuesta en dos o tres lugares y  se le acabó necrosando por lo que era o sacrificarla o amputarle. Pero esta criatura era la que mas fuerte chupaba el biberón y no dejaba de jugar a pesar de su patica inutilizada y maloliente, así que se intentó la operación. Con mil temores, que si la dosis de anestesia, que si soportaría, 15 días apenas cuando se la operó. Y la superó.
Los días siguieron pasando y apareció un hogar para el machito primero, después para la otra hembrita.  Todo bien, excepto que, no habían muy altas probabilidades de hallarle un hogar a la Poppyta y yo misma ya no puedo meter otro animal más en la casa, por lo menos definitivo ya que mi gata negra sufre una transformación al instante y parece y comienza a actuar como un doberman en lugar de cómo la adorable peluda que suele ser y no se le quita mientras “el intruso” siga en casa. Lo tengo bien demostrado ya.  Ahí entró I. nuevamente: yo me la traigo y una luz de esperanza se abrió para Poppy.  Me la traje muchas veces al trabajo en una caja de cartón por aquello de las tomas de alimento frecuentes y todos mis compañeros la conocían. Y un buen día un muchacho me preguntó por la gatica y me dijo, la quiero. Seguro? Le pregunté. Y me dijo que sí y dio sus razones. Y me inspiró confianza.
Ahora Poppy vive en su nuevo hogar. Miren en una de las fotos, su patica amputada. Pero vean también lo consentida que está esta gata y la familia canina que tiene.
 
Estamos muy pero muy felices por Poppy.  Porque está viva, sana y disfruta y retoza prácticamente igual que cualquier otro gato. Porque vive con personas que la eligieron por sobre otros gatos sin ninguna discapacidad y la quieren. Porque tiene compañeros de vida aunque sean de otras especies. Porque tiene un proyecto de vida digno como el que cualquier otro gatin debería tener.
Que seas muy feliz Poppyta!!!!!!!!!

jueves, 6 de agosto de 2015

Crueldad a pulso.



Vean estas fotos de abajo.  



Esta gata vivía en la calle pero una amiga mía la alimentaba, a ella y a su camada, que estarán por los 3 meses y pico ahora. Se mantenían en el fondo de su  casa y en unos patios colindantes a este. Mi  amiga ya tiene 4 animales mas, 3 perros y una gata y ya no podía acogerlos definitivamente pero a diario les daba un poco de leche en las mañanas y otra comida en las noches, lo que podía y cada vez que podía. Con suerte se pudieron ubicar algunos gaticos. Una negrita fue para la casa de mis padres al no estar Niño ya. La mariposa  (una  tricolor) la llevó un muchacho que fue  a hacer la jardinería a un vecino de mi amiga y se enamoró de la gata. Es la más mansa y sociable de todos.  Le queda un machito anaranjado de unos preciosos ojos verdes.
Bien, hará poco más de una semana un monstruo de 16  años le disparó con una escopeta de peerles, que son como unos pequeños plomos ,  sacándole un ojito.  Y aunque esto pasó hace  días ya y lo sabíamos por algunas personas, hasta ese día no volvió el pobre animalito a casa de mi amiga con esa cosa monstruosa en su carita así que la metió en el huacal y fuimos con Portales, el
veterinario, que nos la operó no solo del ojito sino que  de paso la esterilizó también.
Pero esta gata estaba  tan débil que le tomó casi 72 horas el ponerse  en pie, comía pero echada y enseguida de volvía  a acostar y dormía. Como alguien que está muy débil o muy enfermo. Por alguien que la vio antes que nosotros hemos sabido que sangró mucho por ese ojito que perdió, debió ser eso.
A Dios gracias y a algunos humanos, al día de hoy va evolucionando bien. Tiene buen apetito y lo mismo el ojo que la incisión de la esterilización parecen ir sanando bien.
No tengo para mostrarles una foto del antes de la operación. En el nerviosismo y el apuro por brindarle una ayuda cuanto antes, se nos pasó por alto. De todos modos y como pienso  muchas veces para ver cosas dolorosas y que hieren nuestra sensibilidad, ya hay más ocasiones de las que quisiéramos.
Cuanto tendremos que esperar para tener una ley que sancione este tipo de actos de crueldad???  En lo personal no me importa que tenga 16 años, creo  que a esa edad ya se va sabiendo que está bien y que está mal.Y si para él esto no estuviera mal alguien debería hacérselo ver y a las malas. Está bueno ya de aguantar abusos y seguir pasando la mano a psicópatas potenciales.

miércoles, 8 de julio de 2015

Pérdida




Ayer hizo una semana que enterramos a Niño, el gatico siamés mestizo de casa de mis  padres. Aquel de la castración traumática, de la enfermedad respiratoria poco después de aquello, de los presumibles golpes hace un par de meses. Se nos fue el pequeño rebelde que solo ayer ya después de apagarse su vida pude acariciar y cargar como hubiera querido hacer muchas  veces y su temperamento de tigre minúsculo pero tigre al fin no me  permitió hacer. El nos mostraba cariño pero a su manera y cuando quería, el era quien mandaba, un espíritu libre.
Esa noche llegando a casa del trabajo que acabé saliendo mas tarde de lo habitual me llama mi hermana para decirme que algo le pasaba que estaba mal,  que de pronto lo había  hallado mi mamá exangüe, tendido cuan largo era con la vista fija y hecho pis, que apenas se advertía vivo en la respiración, le pedí lo  llevaran con una veterinaria que hay en el pueblo  al ser la más cercana y primera ayuda posible que ya yo iba saliendo para allí pero no dio tiempo a nada, se nos fue enseguida.  Justo el fin de semana anterior lo estábamos celebrando,  como se había recuperado  y vuelto a ser el mismo gato de antes.
Descansa en paz Niño. Ya estás en el cielo de los gaticos o como me diría un buen amigo, en el sitio tan especial que tienen reservado todos los animales de este mundo, sean de la especie que sean. Te quisimos mucho mientras  nos acompañaste y regalaste tu presencia hermosa en nuestras vidas. 
Adiós Niñito querido, ni mi mamá, mi papá, los niños, F. o yo te olvidaremos.